Esperando la Carroza

Dentro de la larga lista de obras cinematográficas de Alejandro Doria, hay dos que han dejado una marca en la historia del cine argentino y que hasta el día de hoy se pueden ver en los canales de televisión de aire y de cable. “Esperando la carroza” y “Cien veces no debo” han transgredido el paso del tiempo y siguen divirtiendo a varias generaciones.
Sin embargo, la preferencia de la gente parece inclinarse hacia la película protagonizada por Mamá Cora, el personaje de Antonio Gasalla, que sin involucrarse demasiado en el transcurso del film, se podría decir que es el condimento especial de “Esperando la carroza”.
Esta película se estrenó en 1985 y la historia gira alrededor de la desaparición de una madre anciana y esclerótica, Mamá Cora, y de la preocupación de sus cuatro hijos, Sergio (Juan Manuel Tenuta), Jorge (Julio De Grazia), Antonio (Luis Brandoni) y Emilia (Lidia Catalana) por encontrarla.
En el transcurso de los minutos, las discusiones entre cuñados y concuñados revelan la hipocresía y los engaños que existen en esa familia. Las averiguaciones para hallar a Mamá Cora los llevan a la morgue donde confunden el cadáver de una anciana suicida con el cuerpo de su madre. Finalmente, la madre hace irrupción en el velatorio y se desata la locura de sus hijos, quienes tratan de ocultar el verdadero motivo de la presencia de toda la familia reunida frente al cajón de una anciana croata y desconocida.Los personajes de Betiana Blum (Nora), Antonio Gasalla y China Zorrilla (Elvira) en “Esperando la carroza”, son seguramente los que marcan la diferencia.. Pero algo que no se puede olvidar son las frases históricas, por así decirlo, que han salido de aquella comedia: “Yo hago puchero, ella hace puchero, yo hago ravioles, ella ravioles”, lanzada por el personaje de China, mientras su vecina la oye desde el teléfono.